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¿Sexo duro o BDSM?

Me pasa muy seguido que cuando hablo de BDSM se llega a confundir con “sexo duro/rudo o intenso”, ¿existe una diferencia entre uno y otro? La respuesta es sí, pero la diferencia es tan ligera que vamos a explicarla poco a poco.

Sexo

Si nos vamos a definiciones originarias, el sexo se refiere a las características biológicas que definen a los seres humanos como hombre o mujer. El problema es que socialmente se le ha asociado el termino de coito que es netamente el momento de la penetración.

¿Qué pasa con el Sexo Duro?

Realmente no hay una definición fija de este término, por lo que voy a definirlo como un acto sexual en donde se llevan a cabo algunas practicas consideradas como violentas, generalmente para causar estímulos sexuales novedosos.

Es decir, una pareja se aburre de lo mismo de siempre e incluye alguna práctica en donde se ejerza fuerza, placer y/o un factor sorpresa.

Algunas practicas que se llegan a efectuar son: nalgadas, tirones de pelo o cabello, arañazos, manotazos, empujones, bofetadas, agarrones, etcétera.

Este tipo de prácticas, a veces, se vuelven fantasías precisamente por las ganas de experimentar “algo nuevo” en el coito, lo que se le llama efecto Coolidge.

¿El BDSM es sexo duro?

Si y no, como lo he mencionado en esta entrada el BDSM, enmarca una serie de practicas (más amplias que en el sexo duro) que se vuelven un estilo de vida y una subcultura. Además, el BDSM incluye relaciones de dominación y sumisión (D/s) en donde la joya de la corona suele ser un control y/o dominación mental, siendo un complemento las practicas físicas.

En el sexo duro no hay tal relación mental de subordinación, entrega, placer y excitación por ceder o tomar el control de una persona, por eso algunas páginas refieren a que el Sexo Duro “no es protocolar”.

Lo cierto es que tanto en el sexo duro como en el BDSM las practicas se deben regir bajo el consenso de todas las partes involucradas, de lo contrario, estaríamos ante violencia, pues la experiencia debe ser placentera para todas las partes involucradas.

Entonces, ¿Qué se necesita para efectuar estas prácticas de manera sana? Consenso, negociación y comunicación.  

Angehn

Soy una aprendiz de Sexualidad, Afectividad, BDSM, entre otras cosas. He encontrado placer y felicidad en compartir un poco sobre estos temas que por tabús, normas sociales dominantes y otras circunstancias, les reprimimos, ignoramos y/o limitamos. Te invito a disfrutar del fuego de la libertad…