La constante evolución del sentir de sumisión
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La constante evolución del sentir de sumisión
La sumisión inicial no es la misma sumisión que vivimos meses o años después de identificarnos con tal sentir; es verdad que contamos con esencias y características intrínsecas, pero, así como evoluciona nuestra vida, la sumisión se transforma.
Perspectiva
Antes que otra
cosa, me parece pertinente que tod@ sumi, conozca de si mism@ estas preguntas
detonantes
¿qué es para ti
la sumisión?,
¿qué buscas y/o
encuentras en ella?,
¿cuáles son tus límites
físicos y emocionales?
Parecerían simples,
pero responder cada una lleva algo de introspección, investigación y autoconocimiento,
aprendizaje que no se compra, se adquiere muchas veces de experiencias frustrantes
o desagradables.
Por supuesto, se
puede aprender de experiencias placenteras como el ampliar nuestros limites,
superar miedos, probar nuevas prácticas, experimentar sensaciones, conocer redes
de apoyo, etcétera.
Lo que no
podemos ignorar es que existen experiencias frustrantes y/o desagradables que
si bien curten, pueden llegar a ser traumáticas dependiendo el grado de
transgresión. Por eso no es muy de extrañarse que varias personas salgan del
BDSM[1].
En torno a las
necesidades, recordemos que somos seres humanos cambiantes en cosas externas
como el empleo o el domicilio, y cosas internas como el gusto por cierta
música, películas, series, prácticas, etcétera. Suena lógico que nuestro sentir
de sumisión cambie en función a lo que el cuerpo y alma vayan solicitando[2], como un juego de wax play
o alguno que otro castigo, por poner ejemplos.
Creo firmemente
que la sumisión se transforma bajo la intención de encontrar en ella un hogar donde
habitar, donde fluir y donde pertenecer.
Nos gusta pensar
que somos sumis@s cuando estamos en propiedad, lo cierto es que el sentir no nace
en este estado, se intensifica sí, pero nace en el alma sumisa.
Así que en
realidad podemos decir que todo el tiempo nos reinventamos, estando o no en
propiedad, cambiamos. Quizá, la eterna tarea es seguir respondiendo a las
preguntas que plantee líneas arriba, así sabremos quiénes somos y quiénes ya no
somos ahora.
Reflexiones para ayudar
Tristemente yo
me he curtido en el lodo de las malas experiencias, reconozco el aprendizaje
que adquirí con cada una de ellas, de hecho, con el profundo deseo que no vivan
mucho de lo malo que viví, quiero compartirles algunas reflexiones por si les pueden
ayudar:
- ·
Ser intolerante a cualquier tipo de violencia
Aquí una pregunta
para otra entrada particular, ¿hay violencia en bdsm?, brevemente diré
que el BDSM no es violencia por sí solo, pero, si dentro de una relación vives
celos impulsivos, transgresión a tus limites, chantaje emocional, etcétera…es
violencia.
En lo personal,
si notó que no respetan mis decisiones desde el inicio como un “no quiero
encuentros casuales”, para mi ya es una señal de advertencia y peligro.
Quién puede lo más,
puede lo menos, dice un principio del derecho, a lo que refiero es
que alguien que no respeta tus decisiones y limites desde el inicio, no es
capaz de respetarte como persona.
- ·
¿BDSM y dependencia emocional?
Otra pregunta para
entrada particular, ¿las personas sumisas somos dependientes emocionales de
nuestr@s Am@?, respuesta breve: no por sí solas, hay casos sí, pero no
necesariamente tiene que ser.
La dependencia
emocional es una posición de suma vulneración para cualquier persona porque permitimos
transgresión de límites y de nuestra propia dignidad con una finalidad: no
perder a “esa” persona, que muchas veces viene por esa incapacidad de vivir
sol@.
¡Ojo! que no es
mi intención juzgar, sino compartir lo que he aprendido con experiencia propia,
terapia e información que me he devorado del tema.
Mi consejo aquí es
preguntarse constantemente, ¿qué pasaría si tu Am@ se va mañana?, ¿qué tanto
dependes de esa persona?, y repito, no para imponer mi opinión, simplemente
es algo que puede pasar porque esa persona decida irse o simplemente muera
(algo que tarde o temprano pasará, somos humanos mortales).
En el caso de
sumis@s sin propiedad, creo que las preguntas serían ¿qué tanto necesitamos
a un/a Am@?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿qué nos daría que somos incapaces de
darnos a nosotr@s mism@s?, lo sé, algunas preguntas son obvias, pero algo
que es cierto es que aplicando la ley de oferta y demanda, si no sabemos lo que
queremos y lo que necesitamos, terminamos conformándonos con quién sea, con tratos
de migajas o siendo vulnerables porque nos dan migajas de nuestra “debilidad”.
- ·
Ningún bajón de sol y estrellas, dame hechos.
En mi
experiencia, muchas personas Dominantes suelen prometer mil cosas, como el
clásico “te voy a amar y cuidar”, aja, cursi el asunto, pero, si ni te dedica
tiempo, ni te escucha, ni respeta tus limites, ni se interesa en tus
circunstancias actuales y personales (que pueden limitar tareas de sumisión o incluso
poner en pausa el sentir), está siendo algo contradictorio, ¿no?
Seguro aquí más
de un@ ha tenido una mascota, una planta o algún objeto inamovible de su
propiedad, cuando falla o se enferma, ¿lo ignoran o lo atienden?, ¿lo ignoran o
le llevan a reparación?, el amor, los cuidados, el valor, el aprecio, el respeto,
la comunicación son cosa de acciones, no de palabras[3].
Hay personas en
el medio que solo quieren coger, hay personas que solo te quieren utilizar para
satisfacer sus fantasías, hay personas que no les interesas como persona,
quieren aprovecharse de tu vulnerabilidad para “ayudarte y protegerte”, pero en
realidad te llevan a una cueva de la que no sales iles@, otras veces, ni viv@.
Tengan mucho
cuidado de est@s maestr@s del disfraz. No estamos en un contexto donde se nos
permita confiar si no hay acciones de por medio.
- ·
Aceptan tu esencia o da la media vuelta.
Una cosa es transformarse (incluso dentro de un Protocolo BDSM),
otra cosa es querer cambiar la esencia de la persona.
Por eso en el
inicio de esta entrada mencionaba que toda persona tiene una esencia que es intrínseca.
No permitas que
nadie rompa o quiera modificar tu esencia de naturaleza única, si no eres lo
que buscan, ¡ok!, déjales ir y viceversa, si no son lo que buscas, déjales ir. Nada
en esta vida vale lo suficiente como para mutilar a tu verdadero ser.
¿Mendigar migajas?,
no amor, ¡jamás!, quizá las primeras experiencias te tardes un poco en
mandarles al diablo, pero, después, en cuanto digan frases iguales o parecidas
al “no eres lo que esperaba”, con muchísimo gusto les deseas lo mejor y te vas.
¿Qué duele? Sí,
lo proporcional al vinculo que creaste, pero nada que no se pueda superar con
una buena gestión emocional. Además, queda la satisfacción infinita de
respetarte ante todo y tod@s.
Dicen que tú les enseñas a las personas a cómo tratarte, es cierto, no mendigues amor, ni tu sumisión. Enséñale al mundo lo mucho que vales.
Hasta aquí unos 4 aprendizajes poderosos que me han hecho la sumisa que soy ahora, que han construido un hogar de plenitud dentro de mí.
Espero que tú también encuentres
en tu sumisión un hogar, un refugio, una esencia dentro de ti.
[1]
Ello lo menciono no para espantar o advertir, sino
para traer a la mesa una realidad a la que tenemos que estar atent@s, porque a
tod@s nos puede pasar.
[3]
Claro que este apoyo, cariño, cuidado, comunicación,
respeto, etc., no es unilateral, aplica lo mismo de nuestro lado hacia el rol
Dominante.
Angehn
Soy una aprendiz de Sexualidad, Afectividad, BDSM, entre otras cosas. He encontrado placer y felicidad en compartir un poco sobre estos temas que por tabús, normas sociales dominantes y otras circunstancias, les reprimimos, ignoramos y/o limitamos. Te invito a disfrutar del fuego de la libertad…
Una reflexión que se asemeja más a un estudio en profundidad de tu propio sentir (aplicable, sin duda, a otras esferas y personas).
ResponderBorrarMe ha encantado no sólo por lo que dejas expuesto en tus palabras sino, además y sobre todo, por lo que estas cuentan sobre tí a un nivel más íntimo y personal.
Recibe un afectuoso saludo.
Muchas gracias por leer la entrada, así como la amable retroalimentación.
BorrarReciba saludos afectuosos de vuelta.