¿Las y los practicantes del BDSM son enfermos mentales?
Imagen tomada de la red. https://bit.ly/3dsRs1V |
¿Las y los practicantes del BDSM son enfermos mentales?
Salud Mental
Comencemos mencionando que la Organización Mundial
de la Salud (OMS) define a la salud mental como “un estado de bienestar
en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades puede afrontar
las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y
fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
De facto, por la pura definición podríamos afirmar
que la mayoría de los (as) practicantes no son enfermos mentales porque son
conscientes de sus propias capacidades, pueden afrontar tensiones normales de
vida, pueden trabajar de forma fructífera y contribuyen a la comunidad.
El problema es que durante años, aún y en la
actualidad, las personas con gustos sexuales diferentes (Judith Butler me
permite llamarles queer) han sido consideradas
como personas dañadas o peligrosas, ya que existe la creencia que estas
personas tienen antecedentes de coerción sexual, dificultades sexuales y/o
problemas psicológicos.
Una Parafilia
¿Esto es cierto? No, desde 1952 el sadismo y masoquismo fue estigmatizado por el Diagnostic Statistical Manual como desviación sexual, posteriormente en 1980 fue modificado a trastorno sexual, pero, en vista de que no se encontraron evidencias que apoyaran la patologización del sadismo y masoquismo, se termino enfatizando que es una parafilia, es decir, perversiones imprescindibles para obtener la excitación sexual, el ejemplo frecuente: el fetichismo.
Así que las y los practicantes no están enfermos,
solo llevan a cabo una practica diferente a lo habitual. Como prueba están los
estudios realizados en 2015 por la Escuela de Salud Pública y Medicina
Comunitaria, Universidad de Nueva Gales del Sur, que han concluido que el BDSM
es una subcultura atractiva para una
minoría, y que para la mayoría de los participantes no presenta un síntoma
patológico de abuso pasado o dificultad con el sexo convencional.
Claro que descubrir que tienes gustos satanizados
por la sociedad llega a ser un proceso complejo, doloroso y solitario, por eso
es importante saber que no estas solo (a), existen comunidades de personas que
tienen las mismas preferencias, que te compartirán experiencias, habrá talleres
para aprender, encontrarás colegas, amigos (as) o algo más…
Así que ya sabes, el BDSM no son golpes sin sentido
realizados por personas extranormales, el BDSM es una maravillosa forma de
vivir que siempre tendrá una puerta abierta para ti y si no decides abrirla, solo
pedirá que la respetes, así como los “anormales” respetan la
“normalidad”.
Angehn
Soy una aprendiz de Sexualidad, Afectividad, BDSM, entre otras cosas. He encontrado placer y felicidad en compartir un poco sobre estos temas que por tabús, normas sociales dominantes y otras circunstancias, les reprimimos, ignoramos y/o limitamos. Te invito a disfrutar del fuego de la libertad…
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