¿Las y los practicantes del BDSM son enfermos mentales?

 

Imagen tomada de la red. 
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¿Las y los practicantes del BDSM son enfermos mentales?

Salud Mental

Comencemos mencionando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

De facto, por la pura definición podríamos afirmar que la mayoría de los (as) practicantes no son enfermos mentales porque son conscientes de sus propias capacidades, pueden afrontar tensiones normales de vida, pueden trabajar de forma fructífera y contribuyen a la comunidad.

El problema es que durante años, aún y en la actualidad,  las personas con gustos sexuales diferentes (Judith Butler me permite llamarles queer) han sido consideradas como personas dañadas o peligrosas, ya que existe la creencia que estas personas tienen antecedentes de coerción sexual, dificultades sexuales y/o problemas psicológicos.

Una Parafilia

¿Esto es cierto? No, desde 1952 el sadismo y masoquismo fue estigmatizado por el Diagnostic Statistical Manual como desviación sexual, posteriormente en 1980 fue modificado a trastorno sexual, pero, en vista de que no se encontraron evidencias que apoyaran la patologización del sadismo y masoquismo, se termino enfatizando que es una parafiliaes decir, perversiones imprescindibles para obtener la excitación sexual, el ejemplo frecuente: el fetichismo.

Así que las y los practicantes no están enfermos, solo llevan a cabo una practica diferente a lo habitual. Como prueba están los estudios realizados en 2015 por la Escuela de Salud Pública y Medicina Comunitaria, Universidad de Nueva Gales del Sur, que han concluido que el BDSM es una subcultura atractiva para una minoría, y que para la mayoría de los participantes no presenta un síntoma patológico de abuso pasado o dificultad con el sexo convencional.     

Claro que descubrir que tienes gustos satanizados por la sociedad llega a ser un proceso complejo, doloroso y solitario, por eso es importante saber que no estas solo (a), existen comunidades de personas que tienen las mismas preferencias, que te compartirán experiencias, habrá talleres para aprender, encontrarás colegas, amigos (as) o algo más…

Así que ya sabes, el BDSM no son golpes sin sentido realizados por personas extranormales, el BDSM es una maravillosa forma de vivir que siempre tendrá una puerta abierta para ti y si no decides abrirla, solo pedirá que la respetes, así como los “anormales” respetan la “normalidad”. 


sobre mi

Angehn

Soy una aprendiz de Sexualidad, Afectividad, BDSM, entre otras cosas. He encontrado placer y felicidad en compartir un poco sobre estos temas que por tabús, normas sociales dominantes y otras circunstancias, les reprimimos, ignoramos y/o limitamos. Te invito a disfrutar del fuego de la libertad…

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